¿Cómo ejercerás el liderazgo? Autoridad contra Poder
Vale, ya tienes claro que quieres seguir creciendo como persona, superar tus miedos y tus barreras, y empezar a ser todo lo que querrías ser, tanto en tu trabajo, como en tu vida diaria. Llevas bastante tiempo leyéndome, o leyendo libros y blogs donde se habla de coaching, de desarrollo personal y laboral, de habilidades y competencias, etc.
Y quieres empezar a moverte.
¡Perfecto! ¡Eso es bueno! Quieres crecer porque quieres coger las riendas de tu vida, o porque quieres conseguir un trabajo mejor, o porque estás cansado de ser siempre tú el que cede en cualquier tipo de discusión. Lo que sea, porque cualquier motivo para desarrollarnos está genial.
¡Enhorabuena! Has decidido invertir en ti mismo y buscar al líder que todos llevamos dentro.
Pero antes de empezar, en este camino que estamos empezando a seguir hacia el liderazgo, tanto en nuestras vidas como en nuestros trabajo, me parece interesante que nos planteemos las siguientes cuestiones para ver hacia dónde queremos avanzar, ya que no queremos navegar sin rumbo:
- ¿Qué es un líder para mí?
- ¿Cómo ejercería ese liderazgo? O más bien, ¿cómo quiero ser?
Voy a dejar para otra entrada mis reflexiones sobre lo que es un líder para mí, y voy a pasar directamente a cómo considero que se debería ejercer el liderazgo. Bueno, no es que lo considere solo yo, sino que en todos los sitios especializados coinciden con que los líderes del futuro más demandados dentro de las empresas serán así.
Además, te iré haciendo preguntas para que reflexiones a la vez que yo y me acompañes en la lectura de este artículo. Te aconsejo que leas con calma para que te de tiempo a reflexionar: todos llevamos un líder dentro, de nosotros depende cómo sacarlo a la luz
El liderazgo
De manera rápida, según la RAE una definición de líder sería la de “persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora”. Vale, esto es más o menos lo que todos creo pensamos de lo que es un líder, y me sirve como base para lo que quiero explicar aquí.
Un líder es una persona que inspira y que consigue así que otros le sigan. Para mí un líder es un referente, una persona ejemplar, alguien que se preocupa por los suyos y que, a base de amor y honradez, se ha ganado el respeto y la confianza de los demás.
En el trabajo el líder sería ese jefe que tienes, o que tuviste una vez, que te cuidaba bien, y con el cual te sentías a gusto trabajando porque se ganó tu respeto. Pero no hace falta ostentar el cargo de jefe para ser líder. Una persona que se comporta con honradez hacia los demás, con respeto, que ayuda siempre que puede, y sin mentiras, también puede ser un referente para alguien de su entorno.
Por poner un ejemplo, un líder también podría ser tu padre, o tu novia, o cualquier persona que se haya ganado tu confianza y a la que seguirías allí donde fuese. ¿Por qué no iban a poder ser ellos unos referentes dentro de vuestra relación? Esto que acabo de decir, coincide con la definición que he dado antes de la RAE, ¿no?
El líder es aquella persona a la que el grupo sigue”
Vamos a reflexionar un momentito en esta pregunta: ¿qué es lo que hizo (o no hizo) ese jefe para conseguir que te comprometieras al 100% con él? ¿O qué hizo tu padre para que haya conseguido que hagas todo lo que te pide?
Autoridad vs. Poder
Hay dos formas de conseguir que la gente te siga y te respete como referente del grupo para llegar a alcanzar objetivos: la “fácil”, que sería a través del poder, o la “larga”, que sería a través de la autoridad.
Como ya os podréis imaginar, la fácil acabaremos viendo que no lo es tanto. Al final lo barato sale caro, y con las personas, más aun.
Hay dos formas para ejercer el liderazgo: el poder y la autoridad”
Hace un tiempo ya que me leí el libro de La Paradoja, de James C. Hunter, que trata sobre lo que según él es la verdadera esencia del liderazgo. En el libro, también se plantea esta distinción entre poder y autoridad. La verdad es que a mí me hizo abrir mucho los ojos sobre el camino que debía de seguir a la hora de llegar a ser algún día el líder de un equipo de trabajo.
Pero no ser cualquier líder, sino el líder que quiero ser. Un líder que deje buen recuerdo en la mente de quienes han estado conmigo alguna vez. ¿Has tenido alguna vez un profesor favorito en el colegio? ¿O un jefe que te ayudó a crecer un montón? ¿Aun te acuerdas de ellos? Pues eso

Y tú. ¿de qué lado estás?
El poder, en el contexto en el que nos movemos, se podría definir como la capacidad de forzar o coaccionar a alguien para que éste, aunque preferiría no hacerlo, haga tu voluntad debido a tu posición de fuerza.
Con lo del contexto en el que nos movemos, me refiero al del ámbito laboral y el de nuestras vidas, no me refiero a poder político o poder de justicia.
Por otro lado, la autoridad sería el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal.
Vamos, que el enfrentamiento del poder contra la autoridad sería el enfrentamiento de la fuerza contra los argumentos. Del miedo contra el respeto. De la jerarquización contra la colaboración.
Hasta lo que hemos visto, ¿a ti qué tipo de líder te gustaría ser? Yo siempre intento seguir el principio personal de que hay que tratar a los demás como me gustaría que me tratasen a mí. Por lo que, si estás de acuerdo con esta frase, ¿cómo te gustaría que se dirigiera a ti tu jefe? ¿Con poder o con autoridad? Por lo tanto, si tú fueses el jefe, ¿cómo te dirigirías a los demás?.
Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti”
A mí me quedó claro al leer el libro de “La Paradoja”, que os había comentado antes, que el camino de la autoridad es el que yo quiero seguir hacia el liderazgo, y estoy seguro al 100% de que es el mismo camino que has elegido tú.
El poder es efímero
Pero si después después de leer todo esto aun no tienes clara la respuesta a la pregunta que planteábamos al principio, déjame decirte una cosa más, y es que el poder es efímero.
El poder puede funcionar durante una temporada. De hecho, al principio puede funcionar de maravilla, al 200%, y puede que todo vaya como a ti te gusta, pero a la larga desgasta las relaciones, y lo que puede llegar a ser aun peor, te desgasta a ti.
La gran ventaja de usar el poder es que te permite obtener resultados muy rápidos, pero también tienes que tener en cuenta que es una herramienta que para que funcione la tienes que estar aplicando a todas las horas del día, porque como te relajes, puede que las cosas dejen de hacerse como se estaban haciendo.
Te irás dando cuenta además de que a lo largo del tiempo el poder cada vez es menos efectivo. Tendrás que ejercer cada vez más poder y ser cada vez más coactivo para conseguir los mismos resultados. Para que me entiendas, es como el tabaco, que cada vez necesitas fumar más para conseguir la misma sensación.
El poder se deteriora con el tiempo”
Y esto es porque la gente se cansa. Piénsalo. A las personas no les gusta estar todo el día bajo la amenaza de bronca, de despido, o de lo que sea. Una persona que vive temerosa de tus reacciones nunca va a dar lo mejor de sí misma.
Al revés, lo que intentará siempre es hacer las cosas de la manera que te gusten a ti. Que estén hechas de la mejor manera posible o no para él o para los demás le dará igual. Lo importante será que estén hechas como a ti te gusta.
Así, lo único que conseguirás es gente gris, gente que no dará lo mejor de sí misma y que se dedicará a contentarte a ti, haciendo solo lo justo para no llevarse una reprimenda o una mala cara, y vale. Así, no conseguirás que nadie dé lo mejor de sí mismo y estarás desaprovechando todo el talento que pudieran tener.
La autoridad perdura en el tiempo
La clave para conseguir autoridad es fomentar las relaciones personales. Haciendo esto, conseguirás que tú y los que te rodean alcancéis los objetivos que os propongáis, ya sea acabar un proyecto de la universidad a tiempo, como tener la vida que deseas con tu pareja.
Para ello, la confianza será básica. Si logras hacer que los de tu alrededor confíen en ti, vas a conseguir que hagan las cosas que les pides.
Cultivando las relaciones personales lograrás la autoridad”
El compromiso no es algo que se pueda exigir, al revés, el compromiso hay que ganárselo día a día. Lo bueno de ésto es que, si consigues que la gente que te rodea se comprometa contigo, no vas a tener que estar a todas horas ejerciendo el control que sí tenías que ejercer con el poder, pues la gente comprometida con una causa trabaja y hace las cosas lo mejor que puede sin necesidad de nadie que les controle todo el tiempo.
Además, aunque las relaciones personales sean una planta que hay que regar todos los días con cuidado, sus frutos, que son el compromiso, perduran más en el tiempo y crecen de una manera exponencial. Al principio, tendrás que dar mucho de lo mejor de ti mismo para conseguir un poco de compromiso por parte de los demás, pero después, dando siempre lo mismo, conseguirás cada vez más y más compromiso.
Regar la planta de la autoridad produce una gran cantidad de frutos
Al igual que el fruto del compromiso, la excelencia y la creatividad son algo que no se puede exigir a las personas. Si logras que la gente confíe en ti lograrás su compromiso a la hora de hacer las cosas. Una vez logrado ese compromiso, podrás dejarles mucho margen de actuación.
Y solo dándoles todo el espacio que necesiten para hacer las cosas, conseguirás que sean ellos mismos, y conseguirás también obtener toda su creatividad y excelencia en el trabajo y en su forma de hacer las cosas. También conseguirás que en su día a día se sientan más felices porque van a poder ser ellos mismos.
El compromiso, la creatividad y la excelencia no se pueden exigir”
Además, tienes que saber que si consigues que la gente te siga por voluntad propia, sin exigencias, no solo ganarás tú, sino que también ganará tu salud jajaja.
Ser una persona excesivamente controladora y que ejerce siempre el poder es agotador y pone de los nervios a cualquiera. Y si queremos llegar al liderazgo en nuestra vida y en nuestro trabajo se supone que es para ser felices y hacer las cosas bien, no para vivir todo el día amargado y recelando de la gente, ¿verdad?
Solo llegarás más rápido, pero acompañado llegarás más lejos”
Para finalizar, quiero añadir que quien lidera a través de la autoridad también puede verse abocado a usar el poder alguna vez, por ejemplo, con alguien conflictivo. En estos casos, cuando no sirve nada más, y tienes que usar el poder que tienes, lo mejor es explicar porqué has tenido que actuar así. Ya sabes, hablando se entiende la gente, y será mejor que la gente entienda el porqué de esas decisiones para no generar inseguridad en ellos y acabar perdiendo su confianza.
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Ahora quiero que medites y pienses en alguna situación en la que seas o hayas sido el líder, ya sea en el trabajo, en la universidad, con los amigos, o incluso con tu pareja. ¿Qué tipo de líder has sido? ¿Has ejercido el liderazgo a través del poder o a través de la autoridad? ¿Qué tal resultado te dio? ¡Puedes contármelo en los comentarios!
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¡Un abrazo!