¿Te suenan algunas de estas situaciones?
- Quieres decirle a tu novio/a que te supo mal el comentario que hizo delante de sus amigos/as, pero no te atreves por temor a que eso acabe en una discusión llena de reproches el uno hacia el otro.
- Quieres decirle a tu compañero en el trabajo lo mal que te sentó que se llevase todo el mérito por una idea que fue tuya, pero no sabes cómo decírselo por temor a crear un problema con él aun mayor.
- Ves claramente que tu jefe ha tomado una mala decisión, pero no te atreves a decírselo porque podría tener consecuencias negativas en tu trabajo.
Aun me acuerdo como si fuera ayer (y eso que pasó hace ya varios años), cuando trabajaba de mozo de almacén, y me mandaron apilar un montón de cosas en el hueco que había donde la puerta de salida de emergencia porque no nos daba tiempo a ordenarlo todo en su sitio antes de abrir al público.
Sabía que en poco más de media hora pasaría por ahí el encargado de prevención de riesgos laborales, porque siempre pasaba a esa hora, y nos haría quitar todo de ahí de inmediato, ya que obstaculizaba la salida. No me atreví o no supe cómo decírselo a mi jefe, y lo que paso fue que, una vez amontonado todo allí, al poco rato pasó el encargado de prevención y nos echó la bronca a todos, con lo que tuvimos que quitar todo de allí y llevarlo a otro sitio.
El trabajo fue doble, y como plus, nos llevamos una bronca. ¡2×1 oiga! Si se lo hubiese dicho a quien me mandó ponerlo allí, igual nos habríamos evitado esa situación, pero el caso es que no me atreví porque no supe cómo darle ese feedback. Tampoco me atreví a darle feedback después.
Es crucial saber cómo dar un buen feedback para conseguir quitarte el miedo a darlo, y además, conseguir que sea útil, ya que quien recibe el feedback te haga más o menos caso depende también de la claridad con la que sepas transmitir el mensaje.
¿Cómo tiene que ser el feedback?
Estas son las 5 características que definen un feedback útil:
- Específico, para que sea útil.
- Que aporte información y ayude al que lo recibe.
- Sin miedo, e invitando al diálogo abierto.
- Consiste en dar y recibir.
- Sincero y con buenas intenciones, libre de prejuicios. Hay que ser positivos tanto al darlo como al recibirlo.
Si quieres profundizar un poco más, te invito a que sigas leyendo. Me ha quedado una entrada larga, pero quería profundizar y aportar respuestas concretas a todas las dudas que se me han ido planteando a mí a lo largo de estos últimos 2 años que llevo trabajando en mi desarrollo. No me gustan las medias tintas ;)
1. Específico, para que sea útil y aporte información valiosa
[Aquí voy a hilar con unas cuantas cosas de las que comenté en la entrada anterior para complementarlas. Te recomiendo que también le eches un vistazo ;) ]
Si por ejemplo un compañero del trabajo tiene una actitud o un comportamiento que crees que debería mejorar, o sobre la cual le quieres felicitar, y quieres darle feedback, para que sea útil lo primero que hay que hacer es individualizar y especificar el comportamiento o la actitud en concreto a la que te quieres referir, y el impacto que para ti o para los demás se deriva de ella.
Si el feedback es positivo general, va a ser similar a cuando nos dan una palmada en la espalda: “vale, se agradecen estos ánimos que me estás dando, pero tampoco me dices exactamente qué es lo que estoy haciendo bien”.
Además, cuando le dices sin más a una persona que lo hace bien, parece que en realidad te has tomado poco interés en dar ese feedback, ya que no es nada personal y específico. Ese feedback se lo podrías dar tanto a esa persona como a cualquier otra.
Así que, dar un feedback general positivo está bien, siempre es mejor que nada, pero hay que intentar concretar más, ya que la información útil que aporta es bastante baja.
Si el feedback general es negativo mejor no lo des. De verdad. ¿Cómo te sentaría que te dijesen a ti que no das una, que lo haces todo mal, o que siempre llegas tarde?
Aquí se ve claramente por qué es tan importante que el feedback sea específico: el feedback tiene que ser sobre un comportamiento o sobre una actitud concreta, no sobre algo demasiado general, ya que entonces nos estaríamos metiendo con la forma de ser de la persona, cosa que hay que intentar evitar a la hora de dar feedback.
El feedback tiene que ser sobre un comportamiento o una actitud específica y determinada de la persona que lo recibe y las consecuencias que ello tiene, no sobre su forma ser”
Si yo a alguien le digo que es un negado vendiendo, por ejemplo, no le voy a ayudar a mejorar, todo lo contrario, lo que voy a hacer es hundirle aun más la autoestima. O ponerlo en mi contra. Además, tampoco estoy aportando valor, no estoy aportando ideas que ayuden a mejorar, simplemente estoy criticando.
O por ejemplo, si un compañero de la universidad con el que estoy haciendo un trabajo no entrega las conclusiones a tiempo, no le voy a decir que siempre lo hace todo a medias (me estaría metiendo con su persona). Será mejor decirle que a consecuencia de no haber terminado su parte, el profesor nos ha bajado la nota (estamos identificando un comportamientos concreto y las consecuencias que ha tenido).
Por lo tanto, si quieres que tu feedback cause algún efecto sobre la persona que lo recibe, tienes que ser lo más específico posible a la hora de identificar el comportamiento o la actitud ante la cual quieres dar tu punto de vista, así como las consecuencias que se derivan para ti o para tu entorno (en el trabajo, por ejemplo).
El feedback específico negativo, dado con buenas intenciones y con ánimo de ayudar a mejorar, es feedback constructivo”
Como ya comenté en la entrada que te he señalado antes, un feedback específico negativo va a ayudar a mejorar a la persona que lo recibe, pues va a recibir información valiosa sobre aquello en lo que podría trabajar para seguir mejorando. Y un feedback específico positivo le va a ayudar a descubrir cuáles son sus puntos fuertes, ¡pues a lo mejor esa persona ni siquiera se había parado a pensarlo!
2. Que aporte información y ayude al que lo recibe
Fíjate, que cuando el feedback es específico, aunque no seas capaz de aportar una solución, ya estás siendo bastante útil. Estás ayudando a esa persona a identificar un comportamiento que debería mejorar y que a lo mejor no lo sabía, o un comportamiento que debería reforzar porque es algo que se le da muy bien y podría sacarle más partido.
Cuando el feedback es específico, ya incluye en sí mismo una gran cantidad de información para la persona que lo recibe aunque no puedas aportar un comportamiento alternativo”
Si además de identificar esa situación en concreto, aportas un comportamiento alternativo, eso sería lo ideal. Sería un feedback constructivo al 100%, ya que a la hora de darlo es mejor centrarse en las soluciones y no en los problemas. Es cierto que los problemas existen, pero lo que hay que intentar hacer es buscar soluciones ;)
Pero tranquilo, que aportar soluciones, aunque no siempre sea posible, generalmente es más fácil de lo que parece, y te voy a decir por qué: si identificas una situación concreta de una persona en la que piensas que debería mejorar, es porque estás comparando esa situación con la situación ideal que a ti en tu mente te parece mejor.
Y es que, por lo general, no podemos decir que algo está mal cuando no sabemos cómo se debería haber hecho, es decir, que en nuestra cabeza sabemos cómo se debería hacer eso que hemos visto que se podía mejorar, y por eso podemos aportar comportamientos alternativos a la situación sobre la que queremos aportar feedback.
Al aportar comportamientos alternativos a una persona, le estás dando ideas concretas para mejorar, con lo cual le estás facilitando el trabajo enormemente y tú, además, estás generando autoridad y confianza, porque estás demostrando que no hablas por hablar, y que realmente pretendes ayudar.
Por poner un ejemplo sencillo, si tu novio o novia no te escucha cuando le hablas, en vez de decirle “tengo la sensación de que no me escuchas”, podrías decirle “déjame que termine lo que te quiero decir porque sino tengo la sensación de que no me estás escuchando”. Le estás dando un comportamiento concreto que podría poner en práctica: dejarte terminar las frases y las ideas antes de aportar su punto de vista.
Dando feedback concreto estás aportando orientación y estímulo para la acción a la persona que lo recibe. ¿Nunca has tenido esa sensación de saber que hay algo que frena, pero no sabes exactamente qué es hasta que no te lo señala alguien?
Esa claridad repentina que nos produce el feedback es super motivante, ya que la sensación que provoca es como la de un muro que se cae y te deja ver y avanzar todo lo que había detrás.
A mí me pasaba eso. Sabía que había algo que me frenaba a la hora de progresar dentro de un trabajo. Ese algo me hacía pequeñito y hacía que no quisiera destacar, pero no sabía porqué. Hasta que no me presenté a una entrevista en el trabajo, y el entrevistador me dijo al final que no daba el perfil porque tenía miedo a equivocarme, no fui capaz de ver qué era lo que me estaba frenando.
Por otra parte, puede que haya veces que creas que algo se debería mejorar pero no sabrías cómo hacerlo exactamente, a mí también me pasa eso, pero no te preocupes, pues como ya te he dicho si el feedback es específico ya estás aportando mucha información al que lo recibe.
En estos casos en los que no hay una solución alternativa mejor hay que invitar al diálogo, pues hablando se entiende la gente, y así podrías comprender porqué una persona hace lo que hace y no lo puede hacer de otra manera que a ti te parezca mejor.
Cuando no tienes clara la situación, o por qué ha pasado algo, el feedback tiene que ser también una invitación al diálogo”
3. Sin miedo e invitando al diálogo abierto
A mí esto es una de las cosas que más me cuesta, ya que muchas veces temo cómo le puede sentar a una persona que le de un feedback constructivo sobre algo que creemos que se podría haber hecho mejor, incluso cuando estoy seguro de que llevo la razón. Y muchas veces es simplemente porque creo que le va a sentar mal y va a deteriorar la relación que tengo con esa persona.
Pero es que el feedback hay que darlo sin miedo, sin dejarnos asustar por el cómo se lo va a tomar esa persona, si se va a poner a discutir conmigo o si luego me va a perjudicar a mis espaldas, por ejemplo, hablando mal de mí a los demás. ¡Fearless feedback!
El feedback tiene que darse sin miedo”
Tampoco hay que preocuparse de si ese feedback va a perjudicar tus relaciones con esa persona, ya que si se lo das bien, lo que le estás dando es un regalo. ¿Cómo hacer un regalo a un compañero o a un amigo puede perjudicar tus relaciones con él o ella? Lo sé, es difícil, pero hay que intentarlo. A mí a veces aun me vienen ese tipo de pensamientos a la cabeza, pero con la práctica cada vez son menos frecuentes.
Piensa que al dar un feedback específico que aporta información útil estás ayudando, no hablando por hablar. Y nadie se enfadará contigo por prestarle tu ayuda.
Además, trabajar en ello creo que ayuda a mejorar nuestra autoestima, nuestra determinación, y nuestra autoridad, pues somos nosotros los que cogemos las riendas y aportamos algo útil a otras personas, en vez de pensar que los demás siempre tienen razón, y que si hacen algo de manera distinta a nosotros, es porque nosotros lo estamos haciendo mal o porque goza de un respeto “especial”.
Una de las mejores formas de perder el miedo a dar feedback es aprendiendo a posicionarlo antes de darlo. En la siguiente entrada hablaré de cómo se tiene que dar el feedback.
Cuando das feedback, eres tú el que coge las riendas de la situación”
4. Tiene que consistir en dar y recibir
A veces se nos pasa reconocer a los demás lo que hacen bien, y otras veces es difícil decirles lo que hacen mal.
A mí me pasa: cuando alguien hace algo bien y me doy cuenta de ello, a veces se me pasa darle feedback, o directamente no caigo en que podría haberle dado feedback, y cuando hace algo mal, a veces busco excusas para no decírselo, como “seguro que lo ha hecho sin querer”, o “igual está teniendo un mal día, ya buscaré una oportunidad mejor para hablar con él”, pero claro, esa oportunidad nunca llega y al final acabo evitando una situación que percibo como incómoda, en vez de enfrentarme a ella.
¿Te suena algo de esto?
Dar feedback, sobre todo cuando es constructivo, puede ser incómodo algunas veces, pero eso se soluciona si practicamos e interiorizamos todos los beneficios que tiene. Sobre todo, es importante practicar cómo darlo. Además, comprobarás que al dar feedback generas un sentimiento de deuda en esa persona que, lo más probable, es que acabe devolviéndote el favor dándote otro feedback, con lo cual tú también saldrás ganando en ese intercambio.
Lo bueno de esto, es que si eres el primero en generar feedback, probablemente acabes generando ambiente de feedback, ya que como puedes ver es algo contagioso. Si tú has dado feedback, la persona que lo ha recibido se sentirá agradecido y querrá compartir esa experiencia contigo y con otros, con lo cual también empezará a generar feedback. Es como una cadena de favores.
Dar feedback genera un sentimiento de deuda del que lo recibe contigo, y despierta las ganas de compartir esa enriquecedora experiencia con otros”
Pero para eso, es importante que sea continuo. Con dar un feedback al mes no basta, hay que generar un clima en el que el feedback constante, hasta el punto de que el feedback pase a formar parte de nuestro entorno, tanto en el trabajo como en nuestra vida. Una comunicación abierta es la herramienta ideal para tener una relación sana con las otras personas.
Porque sí, el feedback también es útil en nuestra vida personal, y se puede poner en práctica. Desde hace bastante tiempo que pienso que crecimiento personal y laboral van unidos de la mano, y lo que sirve en uno de los ámbitos, sirve también en el otro.
5. Sincero y con buenas intenciones, libre de prejuicios. Hay que ser positivos tanto al darlo como al recibirlo
Es muy importante que el feedback sea sincero y darlo de manera positiva, no en plan “¡te vas a enterar!”. La mentalidad a la hora de dar un feedback tiene que ser la misma que cuando intentas ayudar a alguien, pues eso es ni más ni menos lo que vas a hacer, ayudar.
Ser sincero contigo mismo y con el otro a la hora de darlo también es importante. No exageres las consecuencias que crees que se derivan de la forma de actuar del otro, ni para bien, ni por supuesto para mal.
Limítate a ser lo más objetivo y realista posible, y si no estás seguro de las consecuencias que han tenido los actos del otro, deja claro que es tu opinión y tu forma de verlo, no intentes imponer tus ideas. Recuerda lo que dije en la entrada anterior, aportar argumentos objetivos sobre lo que crees que debería mejorarse y porqué, aporta credibilidad, sinceridad y objetividad al feedback.
Se positivo en tu mente a la hora de dar o recibir feedback”
Por último, es muy importante dar el feedback sin prejuicios. A mí me pasa que, cuando voy a dar feedback a alguien pensando “no me va a hacer caso porque es un vago, o un testarudo”, no lo doy con las mismas ganas ni con la misma convicción. Voy como pensando que voy a hablar con la pared, y así es imposible transmitir el espíritu de mejora si ni siquiera yo mismo tengo fe en lo que estoy diciendo y a quien se lo estoy diciendo.
→PD: dejo aquí un poco de material complementario que he encontrado en otro blog y que me ha gustado porque está muy en consonancia con la idea que quiero transmitir del feedback a lo largo de toda esta serie de entradas. Es un blog más dirigido a managers que a gente que, como tú y como yo, aun estamos despegando, pero también es útil saber cuáles son (o cuáles deberían ser) las preocupaciones de nuestros superiores. Click aquí para leer.
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Ahora que sabemos cómo tiene que ser el feedback, ya podemos empezar a practicarlo. Recuerda, empieza por decir cosas que a ti te resulten fáciles y que sepas que van a gustar, así te vas soltando, y poco a poco empiezas a dar más feedback constructivo.
Y si quieres ampliar un poco más la información, te invito a que eches un vistazo al resto de entradas de la serie:
- ¿Qué es el feedback? La herramienta que nos ayudará a mejorar
- 5 características que te ayudarán a dar un buen feedback
- Lo que NO es el feedback
- 7 consejos útiles para dar feedback
- Cómo recibir el feedback
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