Una educativa historia real sobre tener paciencia y sus beneficios

Hace poco entraron tres compañeros nuevos a trabajar donde yo estoy, y de vez en cuando los miraba para ver qué tal iban. 

Mientras estábamos trabajando, los veía que no hacían más que preguntarnos cómo se hacían las cosas porque se quedaban atascados sin saber qué hacer. O los veía poniéndose cerca de un compañero para preguntarle algo pero sin llegar a decir nada para no interrumpir, simplemente, esperando a que acabara para poder preguntarle algo.

A los 3 ó 4 días de haber empezado a trabajar, uno de ellos nos contó que estaba super sorprendido de la paciencia que habíamos tenido con ellos, y que, aunque al principio todos le decíamos que preguntase todo lo que necesitase, lo cierto es que no esperaba tal nivel de compromiso por nuestra parte, sino que pensaba que lo decíamos por cortesía nada más.

historia-efectiva-paciencia

El caso es que ahora son unos magníficos compañeros, tan capaces y competentes como el que más de los que estamos allí, y encima son super agradables con todos nosotros, y siempre que les pedimos un favor, lo hacen. 

Tuvimos paciencia con ellos, y ahora nos están intentando demostrar día tras día que no nos equivocamos dándoles todo el tiempo que necesitasen para aprender.

Sin embargo, estoy casi seguro de que, si en vez de tener paciencia y haberles enseñado todo lo que sabíamos, sin enfadarnos por sus errores, lo que hubiésemos hecho hubiese sido apretarles más para que se pusieran las pilas, o nos hubiésemos enfadado con ellos cuando hacían algo mal, ahora serían unos compañeros igual de competentes, pero desde luego el clima de colaboración, ayuda mutua y amistad que tenemos ahora, no se habría creado.

Objetivamente, el resultado habría sido el mismo. Pero las relaciones hubiesen sido mucho peores”

Más bien yo creo que los habríamos convertido en unos compañeros poco comprometidos con ayudar al equipo, que se dedicarían a hacer el trabajo lo mejor posible por miedo a una reprimenda, y nada más.

¿Y por qué te cuento ésto?

Pues muy sencillo. Te lo cuento porque me gustaría que te sirviese para reflexionar los resultados de tener paciencia.

Ya hemos visto en las anteriores entradas de la serie qué significa la paciencia y qué nos aporta, las 10 causas que hacen que seamos impacientes, y unos cuantos trucos que nos pueden ayudar a mantener el autocontrol en ciertas situaciones, sobre todo en el trabajo.

Con todo lo que has leído hasta ahora, me gustaría que reflexionaras sobre el valor y la importancia que tiene la paciencia en las personas, y sobre todo para ti. Y me gustaría que lo hicieses con ejemplos reales. Concretamente, me gustaría que pensases en 2 situaciones concretas y las analizases.

  1. Una situación en la que alguien perdiese la paciencia (si fuiste tú, mejor).
  2. Una situación en la que alguien fue capaz de mantener la paciencia incluso cuando parecía imposible (si fuiste tú, también mejor).

¿Qué hizo bien o qué hizo mal esa persona? ¿Cuáles fueron las consecuencias de su forma de actuar? Si lo analizas fríamente, ¿cambiarías algo de lo que hizo esa persona? ¿Está justificado gritar a otro?

¿Cuál es el objetivo de todo ésto?

Mi idea es invitarte a profundizar un poco más en todo lo que hemos ido viendo sobre la paciencia. Me gustaría que añadieses más cosas a todo lo visto, e incluso que rebatieses algunas de las que yo he ido planteando.

tener paciencia para conseguir resultados

Da siempre lo mejor de ti mismo y sé paciente, al final todo llega

Lo realmente interesante es que a través de ésta reflexión y de verte a ti mismo en perspectiva, puedes llegar a detectar cosas que haces o que no haces en relación a mantener la paciencia y que a lo mejor no te habías dado cuenta.

Si hay algo que crees que haces bien para ti y para los demás, ¡genial! No lo pierdas. Practica y refuerza ese comportamiento siempre que te siga dando beneficios.

Si hay algo que crees  que debes cambiar, te aconsejo que lo detectes y que lo aísles. Es útil que intentes encontrar la causa que te lleva a actuar así. ¿Te comportas así con todos o solo con algunas personas? ¿Lo haces siempre o solo en épocas de estrés? ¿Había pasado algo antes que hubiese podido afectarte? ¿Habías dormido mal ese día? ¿Te exiges demasiado?

En definitiva: ¿por qué actuaste así?

Reconocer los detonantes que te hacen perder la compostura y actuar de manera impulsiva, te va a ayudar infinitamente a mejorar ésta competencia. Si sabes qué es lo que te pone nervioso o lo que te hace perder la paciencia, serás capaz de verlo venir y, por tanto, actuar antes de que llegues a perder el control de ti mismo.

Dios mío dame paciencia

Nunca grites a los demás, y menos si son compañero de trabajo

Muchas veces las situaciones no se pueden evitar. Pero si las ves venir, te dará tiempo de ponerte en “guardia”, respirar hondo, y mentalizarte de qué es lo que va a pasar.

Cuando te mentalizas de qué es lo que va a pasar, digamos que lo asumes. En tu mente ya te haces a la idea de lo que va a ocurrir. Y con una mente fría, es más fácil pensar y encontrar las soluciones que necesitas en ese momento

Con una mente fría es más fácil salir airoso de la gran mayoría de situaciones”

Por ejemplo, si alguien se pone a echarte la bronca en el trabajo sin que tú tengas la culpa de lo que ha pasado, no me refiero a que no te defiendas, sino a que, si eres capaz de mantener la paciencia, también serás capaz de rebatir con lógica a esa persona y, además, saldrás reforzado. De lo contrario, eso podría acabar como un debate de Sálvame ;P

• Mentalidad positiva

Cuando crees que las cosas van a salir mal, tiendes a desesperarte más. Tener una voluntad positiva y confiar en que las cosas van a salir bien te va a ayudar a asumir los imprevistos y las situaciones que para ti son difíciles o incómodas.

Dicho ésto, estarás conmigo en que, si una vez detectado lo que nos pone impacientes, lo que hacemos es darle vueltas a la cabeza y recrearnos en lo impaciente que nos vamos a poner la próxima vez que pase eso, así, no vamos a mejorar.

Lo que tienes que hacer es enfrentarte con una mentalidad positiva a las próximas situaciones que te puedan hacer perder la paciencia

Una cosa que hago yo, y que me funciona bastante bien, es visualizar en mi cabeza esas situaciones incómodas que sé que me pueden hacer perder la paciencia, e imaginarme cómo las voy a afrontar la próxima vez que se me presenten.

Parece una tontería, pero practicar en tu mente te va a ayudar a saber cómo enfrentarte a una situación la próxima vez que se te presente. ¿Qué pierdes por probarlo? Piensa que, si previamente no tienes claro en tu mente cómo te gustaría actuar ante las situaciones, difícilmente vas a poder establecerte objetivos que puedas alcanzar y que te ayuden a mejorar.

• Aprendiendo a relativizar

beneficios tener paciencia

Recuerda, tienes dentro de ti la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo

Lo bueno de las actitudes es que, a través de la práctica y del entrenamiento, se pueden ir mejorando e interiorizando poco a poco. Eso sí, no te pongas ideales imposibles de ti mismo. La perfección no existe. Lo que hay que hacer es saber convivir con la imperfección y con los errores, tanto de los demás como nuestros propios.

Establecer metas imposibles solo lleva a la frustración. Seamos realistas con nosotros mismos. 

Yo mismo, éste año me he matriculado a más asignaturas de la carrera de las que puedo compaginar con el trabajo. Me vi fuerte a la hora de hacer la matrícula y me vine arriba jajaja. El caso es que no creo que llegue a aprobarlas todas, y eso me produce frustración con la carrera, y me vuelvo más arisco e impaciente con las personas en épocas de exámenes. 

Seguro que tú también podrías contarme alguna historia similar ;)

Por otra parte, que podamos mejorar nuestras competencias no significa que podamos llegar ser perfectos en todo lo que hacemos. Aprende a relativizar las cosas, que eso también te ayudará a ser más paciente y, a la larga, a estar más feliz contigo mismo. Si relativizas más las cosas y les das a cada una de ellas la importancia que se merecen, evitarás enfadarte por tonterías :)

He dado el máximo, pero si suspendo en Junio, ya aprobaré en Septiembre ;)

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Bueno, como ya sabes, ésta es la última entrada de la serie de la paciencia. ¿Cuáles son tus reflexiones de las que hemos ido hablando a lo largo de la entrada? Si las dejas en los comentarios entre todos seguro que podemos hacer más y aportar más experiencias o soluciones útiles.

¿Te ha gustado la entrada? Puntúala y compártela en tus redes sociales ;)

¡Un abrazo!

 

Ésta es la última de las cuatro entradas de la serie sobre la paciencia

 

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Todas las entradas que publico son creadas por mí, con contenido único y contrastado en el que te cuento todo lo que he ido descubriendo en mi propio camino hacia la superación laboral y personal.

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