¿Te acuerdas de tu primer día en el trabajo? ¿De lo torpe y lento que ibas haciendo las cosas?
Yo creo que todos somos capaces de acordarnos de eso. Y nos acordarnos también de esa sensación que teníamos de que nunca íbamos a ser capaces de alcanzar el ritmo de los demás compañeros, y de sentirnos como un lastre para ellos.
Y en ese momento, ¿cómo se comportó tu jefe contigo? ¿Fue duro y te metió prisa, casi sin importarle que fueses el nuevo, o se lo tomó con calma y te ayudó en todo lo que le pediste? Y tus compañeros de trabajo, ¿fueron amables o ponían mala cara porque les interrumpías constantemente con preguntas?
Qué significa paciencia
Se podría definir el significado de paciencia como la capacidad de aguantar o soportar algo sin alterarse ni perder la calma.
Para mí, ésta es una competencia muy importante que debería practicar y desarrollar cualquier persona que tenga bajo sus órdenes a un grupo de gente. Ser paciente implica mostrar dominio sobre uno mismo, lo cual es un requisito imprescindible para ganar la autoridad y generar un clima de confianza a tu alrededor.
También me parece una habilidad social muy útil para la vida diaria, pues muchas veces nos va a evitar enfadarnos por cosas de poca importancia que lo único que conseguirían es amargarnos el día.
Una persona paciente es aquella capaz de dominarse a sí misma”
Volviendo a las preguntas del inicio, ¿cómo se comportó tu jefe contigo en ese primer día de trabajo? ¿y cómo te sentiste?
Si te gritó y te metió prisa, seguramente tu respuesta será que lo que sentiste fue mucha angustia, ya que te sentirías como si en tu primer día de trabajo no estuvieses dando la talla. La sensación que tendrías sería de que estabas empezando con mal pie, incluso aunque estuvieses dando todo lo mejor de ti mismo.
Pero, si lo miramos desde otra perspectiva, se podría decir que el que empezó con mal pie fue tu jefe contigo. ¿Se ganó tu respeto? ¿O lo único que hizo fue asustarte?
Yo creo que alguien que trabaja para un jefe que grita y que mete miedo nunca va a poder dar lo mejor de sí mismo, pues en vez de tener libertad para hacerlo, lo que va a hacer es intentar agradar a su jefe y hacer las cosas del modo que a él le gustan, aunque no sea la mejor manera.
Sin embargo, si en tu primer día de trabajo el jefe se mostró afable y paciente contigo, te sentirías más a gusto y seguro de ti mismo y de lo que estabas haciendo. Y no solo eso, lo más probable es que, además, hicieses las cosas igual de rápido y bien que si te hubiese gritado, o incluso mejor.
Siendo paciente contigo, el jefe mostró confianza en ti, y tú quisiste devolverle esa confianza dando el 100% de ti mismo en el trabajo”
La gran mentira sobre la paciencia
Muchos jefes piensan que mostrando impaciencia lo que demuestran son una altos estándares a la hora de trabajar y empuje por hacer las cosas y obtener resultados. Sin embargo, la impaciencia suele cubrir otras conductas como un control excesivo sobre los demás, imponer soluciones, o despreocupación por cualquier cosa que no sea obtener resultados.
Estas personas lo que hacen es confundir paciencia con pasividad y falta de compromiso, ya sea hacia el trabajo o hacia la vida. Sin embargo, ésto no es así, ya que como he mencionado antes, la paciencia representa un gran autocontrol de uno mismo, lo que es sinónimo de fortaleza, perseverancia, y es, además, un pilar fundamental en nuestro desarrollo.
Ser paciente no es ser un vago, es tener un profundo control de ti mismo y de tus reacciones”
¿Alguna vez te has mordido la lengua cuando alguien te estaba criticando o estaba discutiendo? Si lo hiciste, reconocerás que fuiste capaz de dominarte a ti mismo, controlando tus impulsos por un motivo claro: no empeorar la situación. Demostraste ahí una gran capacidad de paciencia, control e inteligencia.
¿Y te sentiste más débil por ello? Vale, igual te quedaste con las ganas de haber contestado, pero seguro que si lo piensas fríamente, en el fondo crees que hiciste bien porque, de lo contrario, tu comportamiento habría agravado aun más la situación.
En algunas ocaciones, actuar de manera impulsiva es lo peor que puedes hacer, ya que actuando en caliente muchas veces no dejas lugar a la reflexión y acabas precipitándote a la hora de hacer o decir algo.

No hay que confundir a alguien paciente con alguien débil
Además, las cosas que nacen de la paciencia tienden a perdurar más en el tiempo, mientras que las cosas que llegan rápidamente, muchas veces se van igual de rápido que han venido.
¿Has oído alguna vez la expresión “vísteme despacio que llevo prisa”? Pues lo mismo se podría decir con tu desarrollo y con el de los demás.
Muchas veces, para conseguir tus objetivos, ya sea en el trabajo o en la vida, es mejor sembrar despacio, haciendo las cosas bien, para luego recoger los frutos en forma de resultados, que intentar correr para obtener los resultados ya mismo.
Eso sería pan para hoy, y hambre para mañana. Con la paciente siembra, has creado unos cimientos sólidos que te van a permitir perdurar durante más tiempo, ya sea en forma de compañeros comprometidos y bien formados, o de amigos que van a ser capaces de dar por ti el doble de lo que tú has dado por ellos.
El valor de la paciencia
Uno de los objetivos que deberías tener en tu mente si quieres seguir progresando con tu desarrollo laboral, y llegar a tener gente a tu cargo, debería consistir en ser capaz de crear un entorno donde tus compañeros no tengan miedo de que, si cometen un error, vayan a recibir una bronca tremenda.
Como siempre, ésto también se puede aplicar a tu vida privada. Muchas veces, nuestros amigos o nuestra pareja van a hacer algo que nos moleste, ya sea queriendo o sin querer, y en esos casos, la mejor manera de actuar, y salir reforzado de esa situación, es mostrando paciencia.
¿Alguna vez tus amigos te han hecho bromas con algo? ¿Y qué has hecho? ¿Molestarte o aguantar estoicamente todas sus risas? Seguro que si en esa situación y en otras similares te hubieses molestado, incluso con pequeñas bromas, al final generarías incomodidad a tu alrededor y tus amigos evitarían decirte nada por miedo a cómo vas a reaccionar.
Lo mismo pasa con tus compañeros en el trabajo. Si cada vez que alguien se equivoca en algo tú le echas una reprimenda, lo que vas a generar a tu alrededor es un ambiente tenso e incomodo, en el que la gente tendrá miedo a meter la pata y a probar cosas nuevas que, además, podrían funcionar mejor que las que ya hay.
En estos casos en los que alguien se equivoca, un buen líder no grita, lo que hace es dar feedback al que se ha equivocado. Pero ese feedback tiene que ser aportando valor, es decir, señalando en qué se ha equivocado el otro, y explicándole cómo lo debería haber hecho. No consiste solo en meter el dedo en la yaga.
Si un buen líder debe inspirar a los demás, que mejor manera de hacerlo que dando ejemplo”
Nada de reprimendas ni de castigos. Debes convertir las acciones disciplinarias en feedback constructivo, corrigiendo un comportamiento como si fuese un entrenamiento, mostrándole a esa persona qué es lo que debería haber hecho y cómo debería haberlo llevado a cabo, para que lo repita igual que se lo acabas de mostrar tú.
Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti mismo
Hay muchas situaciones en nuestra vida y en nuestro trabajo que nos estresan, nos frustran, y pueden acabar con nuestra paciencia. Por ejemplo, un compañero que se pide la baja justo la semana de antes de presentar un proyecto que no os va a dar tiempo de acabar.
Una buena manera de evitar llegar a la gota que colma el vaso, y que haría que perdamos los nervios definitivamente, sería ir atacando todas esas situaciones desde el principio. Pero si eso no se puede hacer porque son situaciones sobre las que tú no tienes ningún control, solo a través de la paciencia y del autocontrol serás capaz de gestionar todos esos imprevistos.
En estos casos, es importante evitar la carga emocional, pues muchas veces cuando se llega a la impaciencia es cuando se acaba faltando al respeto de los demás. Recuerda lo que ya he dicho muchas veces: tienes que tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti mismo.
Un líder tiene que corregir los errores o afrontar los problemas pero sin menoscabar la dignidad de nadie. Al fin y al cabo, todos los que están trabajando contigo son voluntarios, y no querrás que todos se pongan a buscar otro sitio mejor donde trabajar y quedarte tú solo, ¿verdad? ¡Con lo que te ha costado llegar hasta ahí!
Tengo un amigo que, una vez, hablando con él, me dijo que los mejores jefes que había tenido había sido en uno de sus peores trabajos, con malos sueldos y mal horario. Pero por lo que me contaba, estuvo a gusto trabajando con él porque, si alguna vez se equivocaba haciendo algo, el jefe le enseñaba cómo debería haberlo hecho, y sin enfadarse”
Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes… y ten paciencia
La impaciencia puede poner frenos a la innovación y la desarrollo de los demás, ya que una característica de las personas impacientes es que quiere que se hagan las cosas a su manera, ya que según ellos es la forma más rápida.
Si sabes motivar a las personas para que den lo mejor de sí mismas, y además eres paciente con ellas, lograrás crear un clima de crecimiento y desarrollo personal único, en el que gracias al talento de los demás conseguirás los resultados que buscas en el trabajo.

Solo con paciencia y regando cuando sea necesario conseguirás que los brotes crezcan
Y como ya sabes, pienso que muchas de las habilidades que se aprenden en el trabajo nos sirven también en nuestro día a día. De hecho, ese es el espíritu de este blog, crecer en lo personal gracias a nuestro desarrollo laboral, y viceversa.
Piensa por ejemplo en la educación de un niño pequeño. ¿Cómo educarías a tu hijo? Con paciencia, enseñándole cómo se hacen las cosas y mostrando fe en él, o, por el contrario, lo harías a base de castigos. Yo creo que todos sabemos la opción que elegiríamos.
Entrenar la paciencia en el trabajo nos va a ayudar a ser más pacientes también con las cosas que nos pasen fuera de él”
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Y para terminar, te voy a pedir que me des tu opinión. ¿Qué te ha parecido la entrada? ¿Te gustaría añadir algo más? Deja tu comentario abajo y si te ha gustado, ¡compártela!
Un saludo :)
siempre se ha dicho que la paciencia es la madre de la ciencia. Justo el otro día le pregunté a una amiga que sabe lenguaje de signos, cómo se dice esto xD … es lo único que sé decir, eso y… “estoy feliz” que es lo que suelo preguntar hahah.
Cuántas veces nos frustramos por ser impacientes, creyendo que si desde el primer momento no sale, no saldrá. Cada vez intento ser más paciente y mantengo en mi mente muy claro que todo irá cada vez mejor. Siempre pienso en la guitarra, y en cómo cuando se empieza una partitura, parece casi imposible que puedas tocarla bien, y de repente practicando acabas haciendo bilguerías sin darte cuenta.
Pues más o menos todo es así en la vida. Todo requiere de un aprendizaje, y éste requiere tiempo. Y por supuesto con paciencia sale mejor, porque la rabia sólo nos hace más lentos.
Saludos ^^ (siento que tienes unas ideas muy similares a las mías respecto a la vida, y al blog… es curioso y gratificante ver que no somos los únicos :) )
La verdad es que sí que es genial conocer gente que cree en sí misma y en sus posibilidades, y que es positiva mirando la vida y enfrentándose a los obstáculos que se van presentando. Al final, la actitud con la que nos enfrentamos a los problemas es determinante a la hora de afrontar sus consecuencias.
Y con respecto a la entrada y tu comentario, estoy de acuerdo con lo que dices. Vivimos en un mundo estrenaste, y si no nos queremos ver arrastrados por esa vorágine, lo mejor que podemos hacer es aprender a controlarnos a nosotros mismos y a ser pacientes. Ya no solo es que los demás se beneficien de nuestra paciencia y de nuestro buen hacer, ¡es que además ganamos en salud!
¿Tú conduces? Cuántas veces nos hemos estresado porque llegábamos tarde a algún sitio, o porque el de delante iba demasiado despacio. ¿Y poniéndonos nerviosos hemos cambiado algo de lo que pasaba fuera? Seguramente no. Por eso digo que, cuando las cosas no dependen de ti, y no puedes hacer nada para que vaya mejor, no te estreses, que no te va a servir más que para ponerte de mal humor en lo que queda de día.
¿También tocas la guitarra? ¡Qué guay y qué complicado lo veo! jajaja
Un placer tenerte por aquí Irene. Un saludo :)
Acabo de encontrarte por aqui y para mi ha sido gratificante ver como explicas las cosas de manera tan sencilla, cosas que yo tengo en mi cabeza y que no sé exterioriarlas de esta manera. Por ahora solo me he leido esta parte de tu blog pero pienso continuar con el resto porque creo que, como bien dices, las cosas que explicas son en referencia a la vida laboral, pero es tan similar a la vida privada!!
Yo acabo las frases de los demás antes de que terminen, contesto antes de que acaben (quizás soy soberbia y no me habia puesto ese adjetivo hasta ahora) y muchas veces me equivoco porque aún no he escuchado el final…
Mi ira sale a bocanadas y no lo puedo evitar… Que triste es estar así siempre y que triste es que los demás te vean así… Porque alguna vez me he encontrado delante de alguna persona que, como yo, ha explotado de ira, y me he sentido identificada y triste, porque visto desde fuera, mirado desde los ojos de otras personas, es una imagen muy fea, es una imagen horrible y me da vergüenza solo de pensarlo…
Te doy la enhorabuena por tu blog y espero seguir leyendo cosas tuyas. Ánimo!!!
Hola ganxita! Un placer tenerte por aquí y que te guste lo que lees :)
Respecto a lo que dices, míralo por el lado bueno: por lo menos eres consciente de que tienes algo que te gustaría mejorar. Peor son los que actúan así y, además, se sienten orgullosos de ello.
En mi trabajo llaman a esto tener una “oportunidad de mejora”, en vez de “tener un fallo” o “no ser capaz de (hacer algo, controlarte,…)”. Parece una tontería, de hecho, a mi al principio me lo parecía. ¿Una oportunidad de mejora? jaja. Pero una vez que me he acostumbrado a ver mis fallos como oportunidades de mejora, automáticamente estoy abriendo mi mente a poder cambiar y mejorar. No me resigno a tener ese fallo, sino que lo apunto en la lista de cosas que puedo mejorar y que me van a ayudar a crecer.
Y tengo una buena noticia para ti, y es que los comportamientos se pueden cambiar y pues desarrollar competencias nuevas :) Cuesta, no es fácil, y lleva mucha capacidad de esfuerzo y autocontrol. Yo llevo dos años trabajando en ello y aun me queda mucho camino por recorrer. Pero lo difícil es detectar las cosas para mejorar. Una vez hecho eso, solo hay que buscar las herramientas y empezar a practicar todos los días, hasta que llegues a incorporar comportamientos nuevos a tu forma de actuar de una manera natural y nada forzada.
Un saludo ganxita y gracias por comentar :)
PD: si estos días ves cambios en el blog no te asustes, que estoy remodelado todo el apartado visual y añadiendo cositas nuevas ;)
Y como lo haces? Porque por mi cabeza pasan millones de ideas desordenadas, caóticas… Hay mil cosas que quiero hacer o cambiar y no sé cómo empezar a hacerlo. Soy una persona metódica y lineal en las cosas y necesito una herramienta que me haga trabajar linealmente estas cosas que sé que debo cambiar en mi porque me hacen tener muchos problemas con los demás… Y eso me hace sentir triste, desplazada y muchas veces furiosa…
Creo que necesito un psicólogo!!! Jajajajaaa
Gracias por tu ayuda!!
Y espero que los cambios en el blogs.womenshealth.es sean para mejor
Por desgracia yo no soy psicólogo jajaja, pero sí te puedo decir lo que intento hacer yo: trabajar las cosas de una en una. Es mejor marcarse pequeñas metas fáciles de alcanzar, que intentar hacer todo a la vez.
Por ejemplo, hace un año estuve intentando mejorar la escucha activa. No era la competencia más importante que tenía que desarrollar, pero sí una de ellas. Así que durante un tiempo me centre solo en aprender a escuchar al que me está hablando.
Prueba a hacerlo así, trabaja las cosas de una en una, y recuerda que las cosas llevan su tiempo. No es fácil cambiar de un día para otro, pero si que se puede cambiar en el largo plazo. Si yo he podido, todo el mundo puede!! :)
Mucho ánimo!! Seguiré escribiendo en el blog cosas que a mí me han ido viniendo bien, a ver si también te sirven a ti.
Un saludo!
Lo del blog se me ha colado por pequeños problemas con el corrector…
No te preocupes. Si quieres lo puedo editar, sino lo dejamos así. A todos nos juega malas pasadas el corrector.
Muchas gracias Borja!
Aquí estaré leyendo lo que pongas
Un beso
¡Muchas gracias a ti por pasarte por aquí!
Un saludo :)